miércoles, 11 de septiembre de 2013

ARMAS QUÍMICAS, CONMEMORACIÓN DEL GOLPE DE ESTADO Y LOS DESAFÍOS PARA LA ORGANIZACIÓN ANARQUISTA.

Hemos sido testigos en los últimos días de la masacre desatada por la situación bélica que se vive en Siria. La tiranía del régimen de Bashar se esfuerza por mantener su dominio a toda costa frente a lo cual las fuerzas subversivas se han hecho presentes saliendo a la calle a combatir. En las principales ciudades del país las víctimas ascienden a miles y los hospitales no dan abasto para la cantidad de muertos y heridos. Esta ola de convulsiones sociales que se viven en Oriente Medio ha alcanzado su máxima intensidad desde hace unos dos años atrás, dando paso a la conocida “primavera árabe”, cuando Mohamed Bouazizi se prendió a lo bonzo en la ciudad de Sidi Bouzid, Túnez, debido a que la policía le había confiscado los productos que comercializaba como vendedor ambulante. Esto despertó a diversos grupos que luchan en la región por mantener el control económico y político de los estados-nacionales. En Siria, podemos encontrar el régimen de Bashar al-Asad que es apoyado por el bloque chiita de Irán y mantiene el respaldo de Rusia con el envío de armamento militar para sus tropas. Por otro lado se encuentran la OTAN y los príncipes del golfo pérsico que responden a los intereses de EE.UU reconociéndose a los sunitas como sus principales aliados. Esta agrupación de estados árabes petroleros mantiene fuerte cercanías con el neoliberalismo y las democracias occidentales. Inclusive existen grupos de Al Qaeda que han mantenido alianza con los grupos que representan al capitalismo salvaje de occidente. Cabe recordar que en Afganistán lucharon junto a EE.UU para la expulsión de las fuerzas soviéticas. Los kurdos son un pueblo que se ha debido repartir por distintos países de la zona como Irán, Turquía, Irak, Armenia y Siria, en este último país las organizaciones políticas kurdas se componen principalmente de trabajadores y clase media que se encuentran disgustados con el régimen autoritario de Bashar y se identifican con la izquierda. Estos controlan parte de las fronteras del noreste y algunas con Turquía, por lo que han debido combatir tanto las fuerzas del régimen como a quienes representan los intereses yanquis. El uso de armas químicas en los últimos días ha hecho que EE.UU amenace con una intervención militar que buscaría aplacar a las fuerzas del régimen de Bashar al-Asad quien supuestamente sería el responsable. El imperialismo yanqui una vez más mete sus narices en territorio ajeno para resguardar sus intereses. Si EE.UU logra posicionarse como vencedor en Siria, aseguraría un corredor de hidrocarburos que transportaría estos recursos desde Arabia Saudita hacia Turquía. Países enemigos entre sí pero aliados con EE.UU y el modelo neoliberal. Además, Turquía se juega su tan anhelada entrada a la UE. Por otro lado Rusia busca mantener su hegemonía en la zona apoyando una dictadura que coarta las libertades del pueblo hace ya décadas. Sabemos que ambas potencias, tanto EE.UU como Rusia, poco les importa el bienestar y libertad del pueblo Sirio. Los dos países sostienen la explotación de los trabajadores aunque con distintos matices. En fin, lo que se juegan entre ellos es el dominio de esta nación. El uso de armas químicas fue el gatillante para que EE.UU mostrara su rechazo ante la comunidad mundial y se mostrara, una vez más, como el defensor de la democracia y libertad humana. Sin embargo, en Chile sabemos muy bien que el país del norte no representa tales valores. En los últimos años en Chile las armas químicas han sido utilizadas por las fuerzas policiales a destajo. Cada manifestación en contra del sistema capitalista en su versión neoliberal, que cabe recordar que ha sido impulsado por Estados Unidos a través del golpe de Estado de 1973, es reprimida mediante el uso de lacrimógenas e inclusive armamento militar de grueso calibre. Frente a esto ¿se ha pronunciada siquiera la embajada de EE.UU en nuestro país? Absolutamente nada. Al contrario, han sido promotres y beneficiados de la privatización y mercantilización despiadada que se impuso a la fuerza en el territorio chileno. A 40 años del golpe vemos que la situación no ha cambiado nada. Siguen los mismos personajes de siempre llenándose los bolsillos a costas de la esclavización de las mayorías. La dictadura neoliberal sigue amparada en una constitución que democrática y legítima no tiene nada. Tanto la Concertación como la Alianza se siguen sobando las manos gracias al antidemocrático sistema binominal por el cual son elegidos. Ambos sectores representan el despiadado capitalismo y a la megaempresa que día a día roba lo que el pueblo trabaja. Las gran mayoría de tierras y recursos del país se encuentran bajo el dominio de menos de un 5% de la población, los servicios destinados a satisfacer las necesidades básicas del ser humano han sido privatizados, los salarios y condiciones en que viven los trabajadores son miserables, la forzosa inclusión al mercado laboral como mano de obra barata de sectores productores con una economía más autosustentable como los campesinos, pescadores e indígenas ha avasallado con su forma tradicional de vida, y los ha esclavizado bajo las empresas transnacionales a cambio de un sueldo indigno que a fin de mes se escurre entre tantas deudas y créditos. Estas condiciones no son muy distintas a las que se encontraba la clase trabajadora hace un siglo atrás. Periodo en que la organización obrera tuvo un auge altísimo tanto en Chile como en el mundo. La concertación durante sus 20 años de gobierno propulsó una política de “paz y reconciliación” en donde los atropellos y violaciones a los derechos humanos deberían ser superados para dar paso a un “nuevo chile”. El gobierno de Piñera se esforzó en borrar de la memoria de la gente el pasado de dictadura que lo ligaba tanto a él como a sus ministros, mostrándose como desentendido de lo que pasaba en el país en aquella época, cambiando las horas y la información en relación a la dictadura que aparecía en los libros de educación, desmarcándose de haber participado e incluso la “primera dama” dando conferencias donde supuestamente ellos también habrían sido posibles víctimas de la dictadura. Últimamente vemos como en la Televisión abierta se transmiten diversos programas referentes al golpe de Estado, sus posibles causas y consecuencias. Muchas veces se habla sobre la necesaria intervención de los militares debido al estallido de una guerra civil y la mala situación de abastecimiento que sufría Chile. Ambas situaciones son una falsedad. Nunca el pueblo organizado había logrado tantas conquistas como entonces y las armas no se les fueron dadas por el mismo presidente Allende en búsqueda de salvar la institucionalidad. Por lo tanto, era bien difícil llevar a cabo una guerra civil. El tema del abastecimiento fue algo propulsado por grupos gremialistas para así boicotear al gobierno de aquel entonces. En los distintos programas que se transmiten bien poco se nombra a quien financió y ayudo a coordinar el golpe, los Estados Unidos. El mismo país que salvaguardo los intereses de la burguesía nacional y que hoy en día intenta desatar una masacre sobre el pueblo de Siria. Más bien como no resulta el hecho de borrar la memoria de la población las atrocidades de la dictadura de Pinochet mejor se ha optado por entregar ellos SU VISIÓN de lo que fue, dando paso a reportajes burdos o muy descriptivos pero con una muy poca profundización, sobre todo de quienes fueron los responsables de los crímenes cometidos. Se narran los hechos cometidos pero no se proponen soluciones. Es un tema ya naturalizado que al parecer cada 11 de septiembre en año de campaña será sacado como tema favorable para ganar unos votitos por parte de los dos grupos neoliberales que rigen hoy en día el país. Como anarquista no puedo estar ajeno a aquellos acontecimientos. Viendo como tergiversan la información y como la política institucional se transforma en un aliado de ella, no queda más que crear la organización de base que la pueda combatir. Sabemos que para lograr una nueva sociedad es necesario que se funden en valores distintos a los que guían hoy día nuestras vidas. La solidaridad entre nosotros es clave para poder propulsar este nuevo proyecto. Debemos dejar de seguir a quienes se dicen autoridades y tomar el control de nuestras vidas basándose tanto en la libertad individual como colectiva. No releguemos el poder que podemos conquistar a otros sujetos. El internacionalismo y apoyo mutuo que nos brindemos entre los distintos pueblos oprimidos más la colectivización de nuestros recursos será la vía capaz de llevar adelante una revolución que no sea promovida por valores burgueses y así dejemos de seguir financiando sus arcas bancarias. Es necesario abolir al estado burgués y los partidos que lo sostienen. Esto, en resumidas cuentas, es no cometer los errores del pasado que desencadenaron en una terrible dictadura que hasta el día de hoy no logramos quitárnosla de encima. Las opciones electorales no nos representan y sabemos que la vía para una verdadera liberación es la acción directa. Es necesario dejar de ser tan propositivo y avanzar en la construcción de una organización anarquista potente. Que se apropie de los espacios que hoy en día están vetados para la gente. Pasar del colectivo a una organización que se inserte y sea parte de las demandas que reclamamos todos quienes sufrimos la opresión. 

 ¡NO AL IMPERIALISMO EN SIRIA! ¡FIN A LA DICTADURA EN CHILE! ¡ABOLICIÓN DEL ESTADO BURGUÉS Y LOS PARTIDOS QUE LO SOSTIENE! ¡LIBERACIÓN DE TODOS LOS PUEBLOS OPRIMIDOS! 


 “El mejor gobierno es el que no gobierna en absoluto; y cuando los hombres se hallen preparados para ello, ese será el gobierno que se darán” Thoreau, H. (1817 – 1862) Desobediencia civil.